México, país multicultural desde sus orígenes, ostenta una importante y variada riqueza en sus géneros musicales. Están aquellos que siguen la tradición de los antiguos pobladores indígenas y los que surgieron a causa del impacto cultural que provocó la conquista.
El Corrido es una especie de gacetilla poética que tienen sus antecedentes en el romance castellano; éste se entonaba acompañado de una especie de guitarra llamado laúd y su contenido se basaba en el relato de obras y hazañas de grandes hombres.
Esta tradición se acuñó en México y obtuvo su esplendor en la Revolución Mexicana.
Como ya se mencionó, el corrido era el nombre que los mexicanos le habían puesto a los romances españoles, pero no sólo cambiaron de nombre, el instrumento por excelencia en el corrido es la guitarra y esa aportación musical es totalmente mexicana.
De hecho se puede decir que el corrido nace en México, pues si bien recrea el romance español, es en este país donde el corrido adquiere sus capacidades musicales, sus estructuras poéticas y toma cargo de una función social: como medio de comunicación y como instrumento de propaganda.
En el fallido imperio encabezado por Maximiliano de Hasburgo, el corrido se dio a la tarea de ridiculizar a la suntuosidad «cortesana» y de enaltecer el nombre de Benito Juárez, cuyo gobierno, en ese entonces se encontraba en el exilio. Cabe hacer mención que en esta época, el corrido mexicano estuvo respaldado por plumas talentosas como la de Vicente Riva Palacio o Ignacio Manuel Altamirano.
En la Revolución Mexicana, se encargaba de divulgar las victoriosas batallas de los héroes revolucionarios o de describir el ambiente de los rebeldes en sus campamentos. Los corridos son un elemento indispensable de esta etapa histórica. Constituyeron por sí mismos un canal de comunicación que inyectó en los participantes de la guerra un aliciente motivándolos a pelear; destacó su función propagandística, pues fue pieza clave para la adhesión del pueblo mexicano a la ideología revolucionaria.
El corrido moderno ha adquirido nuevas dimensiones. Sigue registrando el transcurso de la historia, pero ha agregado nuevas tareas a su quehacer: destaca a personajes famosos, que burlan a la legalidad con el fin de vender drogas. Se le conoce como Corrido de Narcotráfico, los autores de este corrido elevan las hazañas de los cárteles famosos e incluso incitan a sus enemigos a los enfrentamientos. Generalmente estas composiciones se dan por encargo y su misión es disipar la mala imagen que se tiene de los narcotraficantes en la sociedad.
El Corrido es una especie de gacetilla poética que tienen sus antecedentes en el romance castellano; éste se entonaba acompañado de una especie de guitarra llamado laúd y su contenido se basaba en el relato de obras y hazañas de grandes hombres.
Esta tradición se acuñó en México y obtuvo su esplendor en la Revolución Mexicana.
Como ya se mencionó, el corrido era el nombre que los mexicanos le habían puesto a los romances españoles, pero no sólo cambiaron de nombre, el instrumento por excelencia en el corrido es la guitarra y esa aportación musical es totalmente mexicana.
De hecho se puede decir que el corrido nace en México, pues si bien recrea el romance español, es en este país donde el corrido adquiere sus capacidades musicales, sus estructuras poéticas y toma cargo de una función social: como medio de comunicación y como instrumento de propaganda.
En el fallido imperio encabezado por Maximiliano de Hasburgo, el corrido se dio a la tarea de ridiculizar a la suntuosidad «cortesana» y de enaltecer el nombre de Benito Juárez, cuyo gobierno, en ese entonces se encontraba en el exilio. Cabe hacer mención que en esta época, el corrido mexicano estuvo respaldado por plumas talentosas como la de Vicente Riva Palacio o Ignacio Manuel Altamirano.
En la Revolución Mexicana, se encargaba de divulgar las victoriosas batallas de los héroes revolucionarios o de describir el ambiente de los rebeldes en sus campamentos. Los corridos son un elemento indispensable de esta etapa histórica. Constituyeron por sí mismos un canal de comunicación que inyectó en los participantes de la guerra un aliciente motivándolos a pelear; destacó su función propagandística, pues fue pieza clave para la adhesión del pueblo mexicano a la ideología revolucionaria.
El corrido moderno ha adquirido nuevas dimensiones. Sigue registrando el transcurso de la historia, pero ha agregado nuevas tareas a su quehacer: destaca a personajes famosos, que burlan a la legalidad con el fin de vender drogas. Se le conoce como Corrido de Narcotráfico, los autores de este corrido elevan las hazañas de los cárteles famosos e incluso incitan a sus enemigos a los enfrentamientos. Generalmente estas composiciones se dan por encargo y su misión es disipar la mala imagen que se tiene de los narcotraficantes en la sociedad.
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